sábado, julio 08, 2017

La gente no quiere saber por qué pasó nada, sólo qué pasó y que el mundo está lleno de imprudencias, peligros, amenazas y mala suerte que a nosotros nos rozan y en cambio alcanzan y matan a nuestros semejantes. Se convive sin problemas con mil misterios irresueltos que nos ocupan diez minutos por la mañana y a continuación se olvidan sin dejarnos escozor ni rastro. Precisamos no ahondar en nada, que se nos desvíe la atención de una cosa a otra y que se nos renueven las desgracias ajenas, como si después de cada una pensáramos: 'Ya, qué espanto, ¿de qué horrores nos hemos librado?' A diario necesitamos sentirnos, por contraste, supervivientes inmortales

  En nuestra verdadera y dichosa esencia de mente sabemos que todo está bien para siempre y para siempre y para siempre… escucha el silencio dentro de la ilusión del mundo, y recordarás la lección que olvidaste. Todo es una sola vasta cosa despierta. Nunca realmente nacimos, nunca realmente moriremos. No tiene que ver con una idea imaginaria de un ser personal otros seres, muchos seres en todos lados: ser es sólo una idea, una idea mortal. Aquello que pasa hacia todas las cosas es una sola cosa. Es un sueño que ya acabó.

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