sábado, octubre 07, 2017

Los ojos muy abiertos, tanto como el ánimo y la curiosidad. El gesto tranquilo y sosegado. En tiempos de calor no es conveniente agitarse mientras el sol camina alto. Y la mano cerrando la palabra, o quizá deteniendo un suspiro. El silencio es tan importante como las palabras .
Es tiempo de descansar a la sombra del acebo titilante y de acariciar la tersura del aceite de argán. Es tiempo de lecturas saladas. Es tiempo de añoranzas hasta que sea el momento de regresos.
Antes de que se escape ese suspiro.

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