martes, abril 24, 2018
En la Edad Media los escribas también probaban el estado de sus cálamos
antes de comenzar a marcar los abigarrados grafemas en aquellos siglos
sin demasiada cultura escrita. Las pruebas en los márgenes o en los
espacios en blanco de los pergaminos se denominan probatio calami sive
pennae. En algunos casos el escriba dejó que su imaginación visual
trazara el perfil de una figura, en las más sólo calibró la pluma con un
garabatillo inocente y en alguna ocasión llegó a escarabajear alguna
estrofa de su romance favorito.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario