martes, junio 24, 2008

¿Por qué me rendí?

El pesimista debe de inventarse cada día nuevas razones para existir: es una víctima del sentido de la vida.



¿Por qué me rendí? Yo era feliz con el pan de mis tristezas, con mi manto negro, con mi sardónica existencia. Era un demonio entretenido con las palabras que engendraban mundos. Tuve un accidente y nadie estuvo ahí para ayudar. Todos se han alejado de mí, por fin han reconocido mis prójimos que soy una plaga, lepra, peligro, desarmonía, lágrimas, desamparo, vacío, insatisfacción, fealdad, escalofrío, fiebre, insania furibunda. Por una extraña razón me alegro de que todos me hayan abandonado, ya nada me ata a la realidad. Viviré en la locura, en la existencia patológica, pondré diques a mi averno para que nadie ose interrumpir su tiniebla, pintaré de ligereza sus paredes, para que me parezca soportable la habitación eterna, cubriré con flores muertas los pasillos para recordarme que todo muere, que ninguna belleza es eterna.

me rindo y me arrepiento, estamos encadenado aunque seamos libres. la vida, una imposible teoria, la muerte un trabajo de pocos. me rindo por debil, continuo por debil, en verdad solo queremos a quien nos da esa ilusion, el vencer de rodillas cuando los lamentos sangran de nuestros ojos fictos, vemos y sentimos lo que la tierra nos dice, llegamos a ella de varias formas y por sobretodo, nos convertiremos en espectros, gasolina pura para los gusanos, cuando nos rendimos, tambien nos rendimos de la muerte, de la infame codicia voraz y de ti, voz que pasa por caminos no aptos para ti ni para mi, nos rendimos y rendiremos sin saber o con una clave porque los cambios, las faces, la reinstauracion de nuevas melodias en nuestro organismo nos elabora una maquina en la cual sus tuercas, tornillos y grasa haran de nuestra derrota como victoria al rendirnos ante su majestuosidad, el espiritu que hara de su imperio la manta que os cubre sin soñar despierto, nos rendimos para pecar.

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