Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
A veces, las cosas no son como queremos, ni mucho menos, son lo que deseamos, yo ahora no tengo nada, y se lo que quiero, y no lo tendré, eso pude frustrarme y puede ponerme súbitamente deprimido, pero esta ben así es esta vida, pero sonrió porque siento y se que mi sentimiento es real y honesto.
yo no quiero para que me quiera, yo no ayudo ni estoy o espero para que haga lo mismo, lo hago de amor puro y sincero, que no vale nada ni significa nada... que es solo mi sentir, pero mi forma de honrar mis sentimientos sera sin duda intentar ser el mejor y siempre que pueda decir te quiero aunque no importe, porque lo mio es real.
¿Es posible que todavía exista alguien incapaz de entender que la luz no es un alimento para los hombres, que el lujo y la denominada libertad de pensamiento jamás llegarán a ser vocación y fuente de felicidad para todo el mundo? Por el contrario, los auténticos motores humanos, instrumentos en manos de las circunstancias, son el sentimiento, el movimiento, la actividad […] Devolvednos la devoción y supersitición, la oscuridad y la ignorancia, el desorden y la rudeza de costumbres, y tomad de nuevo en vuestras manos la luz y la incredulidad, la debilitada indiferencia y el refinamiento, la filosofía relajada y nuestra miseria humana… Un tranquilo proceso del espíritu humano que tiende al mejoramiento del mundo no es otra cosa que un fantasma engendrado por vuestra mente y jamás será una representación de la acción de Dios sobre la naturaleza.
[…] ¿Cuándo, cómo y a través de qué etapas había ido perfilándose la idea de un período de “barbarie” y de “tinieblas”. de oscurantismo de la libre razón humana tras la inocencia de los orígenes y el esplandor del clasicismo? ¿Por qué razón la civilización y el pensamiento de los tiempos modernos habían ido configurándose como un despertar o una resurrección tras una pausa de sueño o muerte? ¿A través de qué vías el tema del contraste luces-tinieblas se había vinculado, por un lado, con la dialéctica razón-superstición y, por otro, con las vicisictudes del cristianismo, de su advenimiento redentor, de su decadencia y corrupción y de su “reforma”? […] ¿Qué concepciones generales de la realidad implicaban y qué filosofías de la historia sobreentendían estas tesis de una edad de las tinieblas sofocadora de toda luz, de civilizaciones que decaen, desaparecen y mueren, para después regresar, renacer y transmigrar?
Condénenme a mil años de suplicio y aflicción si de mis labios escapa un decisivo ‘adiós’ ante tu persona, si mi ya rota voz concluye nuestra relación con una cobarde despedida… No cavilo ni por un desdichado instante separarme de vos, mi amor, ese que con el bosquejo de una muy sutil sonrisa eclipsa definitivamente cualquier indicio de vida a su alrededor ¡La constancia es mi verdadera naturaleza! Jamás miraré a otra mujer; o mejor dicho, sí lo haré, mas debería añadir que a vuestro lado palidecerían como la luna junto al sol… Ciertamente la luna es la reina de un miserable que jamás ha visto el sol. Pero ha nacido el día, teñido de rojo… ¡Y ese amanecer es mi alma! Cuando el sol se recoja cada noche, también yo lo haré. Por vos… Dejaré la noche a los búhos y ruiseñores, abrazaré afanoso las horas iluminadas del día. Mas en este instante, no está bajo mi poder la eventual elección de mi ida. Prometo retornar. Prometo volver a vos, porque eres vida, mi amor. ¿Qué sería de éste mundo sin sol? ¿Qué sería de mi sin vos..?
"Para que uno sea arrepticio o energúmeno, se requiere que el demonio entre en el cuerpo del obseso, sin que baste sola su asistencia exterior o extrínseca; se requiere que inmediatamente por sí mismo, y no por las enfermedades, atormenten. Se requiere también que tengan potestad de quedar en el cuerpo del obseso, como en propio domicilio, atormentándolo exterior o interiormente. Su existencia en el cuerpo es distinta de la que el alma tiene en él, porque ésta, como forma vivificante de aquel, reside en todo él. Mas el demonio existe o en el todo, o en alguna parte, como en lugar de su operación. Existe de distinto modo que el ángel custodio, porque éste sólo obra exteriormente, removiendo de nosotros los males que nos amenazan, o infundiendo interiormente los buenos consejos. Pero el demonio obra dentro del cuerpo y en el cuerpo mismo. Siendo espíritus pueden entrar por cualquiera parte o meato del cuerpo. Las más veces residen en el corazón, o cerca de él, porque éste es el principal miembro del cuerpo humano y el principio de las acciones vitales. […] una legión incluye seis mil demonios; los indicios que señala el ritual por verdaderos son el hablar en lenguas extrañas y peregrinas; el tratar de ciencias que nunca han aprendido; el revelar cosas ocultas que no pueden saberse por la virtud natural"
