Evidentemente, seguiré siendo considerado una abominación de la
naturaleza hasta el día que decida comulgar con la idea de tener hijos y
que mi esencia se vea doblegada al hecho de ser un entusiasta de algún
equipo de fútbol. Sin embargo, visto y considerando mi poca esencia
altruista y mi pulsión hacia la misantropía, y mi capacidad de
aburrimiento, la cual se vería subyugada frente al monótono espectáculo
de perseguir un balón, hasta ese entonces seguiré siendo un desterrado
del título de Homo sapiens. Celebro ese destino!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario