Estas noches de verano con especialmente poderosas, los acontecimientos
estelares como las lluvias de estrellas abren las barreras de nuestra
mente para poder conectar con las energías del Universo. Posiblemente de
ahí la tradición de pedir deseos a las estrellas fugaces, para que con
su brillo y velocidad lleven nuestros anhelos a los hados lejanos.
En estos días podemos contemplar en el cielo nocturno del hemisferio norte, una lluvia de estrellas llamadas las perseidas. Localizada en la constelación de Perseo, hacia el norte.
Podemos utilizar este maravilloso fenómeno astronómico para pedir nuestros deseos, esa magia especial que energetiza nuestros pensamientos al contemplar el espectáculo de la bóveda celeste, con la magestuosidad del brillo de las estrellas junto con el fugaz brillo de la lluvía de meteoros, una combinación perfecta para para lanzar nuestro deseos al Universo.
Podemos centrar nuestros deseos en acciones o cosas que necesitan crecer, la luna esta en creciente, aún no ha llegado a cuarto creciente y su energía nos puede ayudar de manera sutil pero progresiva
En estos días podemos contemplar en el cielo nocturno del hemisferio norte, una lluvia de estrellas llamadas las perseidas. Localizada en la constelación de Perseo, hacia el norte.
Podemos utilizar este maravilloso fenómeno astronómico para pedir nuestros deseos, esa magia especial que energetiza nuestros pensamientos al contemplar el espectáculo de la bóveda celeste, con la magestuosidad del brillo de las estrellas junto con el fugaz brillo de la lluvía de meteoros, una combinación perfecta para para lanzar nuestro deseos al Universo.
Podemos centrar nuestros deseos en acciones o cosas que necesitan crecer, la luna esta en creciente, aún no ha llegado a cuarto creciente y su energía nos puede ayudar de manera sutil pero progresiva
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