domingo, septiembre 18, 2016

El cariño de las personas es lo que realmente conforta. ¿Qué más dan caracteres, ideologías, distintas aficiones, empecinamientos y modos de pensar? El cariño es la clave para que las cosas funcionen, y ya nada sea imposible. Os lo puedo asegurar.
El verso es ese puente -o ese abrazo o ese beso o ese amor- entre dos infinitudes.
La vida es ese viaje cuyo destino sólo sabe tu corazón.
De estar al día, de seguir la actualidad, me he ido curando con el tiempo. Y... ¡qué alivio es estar exclusivamente al tanto de amar con más iniciativa, de leer viejos libros, o de asomarme cuando me plazca por la ventana de mi vida y admirar la luz o la noche!
El estado crucial de la vida, del alma, de la felicidad de la persona, es el de enamorado.
Me empeño en la literatura porque a través de ella le sonsaco algo de verdad a mi vida.
¡Qué bien se está en la sencillez!
Decía mi madre que mi verdadera vocación era de librero. Como siempre tenía razón. La vida, la vida...

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