viernes, agosto 11, 2017
Me quedo mirando el techo del salón mientras escucho a los Cure, nunca
había estado tan feliz, nunca había estado tan sin mí. Me pregunta la
canción sobre cuántos secretos puedo mantener, creo que mi problema es
que no sé reconocerlos. Me empiezo a mirar las manos y me dan ganas de
fumar. La poesía no me hace sentir más. La canciones tristes no son
suficientemente tristes. Los recuerdos no son balas. Me codeo con gente
que vive entre nubes, de los que hacen ejercicio para purificar
el alma, se van de vinos los sábados y follan, al volver a casa, con la
tele en mute. Yo no quiero esa mierda de vida vacía y ejemplar. Echo de
menos llorar, sangrar, el hambre y el insomnio. Echo de menos la
tranquilidad con la que se vive cuando te da igual morirte. Me canso de
buscar resquicios de tristeza entre el techo y mis manos y acabo jodido
por sentirme vacío por no estar triste. Debo ser gilipollas, pero joder,
¿qué hace alguien triste sin tristeza?.
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