martes, octubre 15, 2019

Esta niña es el demonio, decía la abuela al cura mientras nos servían chocolate caliente a los tres, No importa cuánto la bendiga, jamás estará libre de pecado, es la esencia misma de la maldad. El sacerdote me veía, sonreía, daba un trago a su taza, y contestaba También los demonios son hijos del Señor.

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